sábado, 26 de octubre de 2013

Tarta de espárragos


Estoy en mi octavo mes de embarazo esperando con ansias la llegada de mi hija Ana. Si bien no estuve escribiendo en los últimos meses, no he dejado de cocinar siempre que pude. El amor por la cocina está en el alma y me ayuda a calmar la ansiedad de la larga espera.

No he innovado mucho en este último tiempo, más bien confirmé que los platos y recetas que vengo compartiendo en mi blog desde hace ya cuatro años, son mis favoritos. ¡No me he guardado nada! ¡No tengo secretos que no les haya compartido! 

Hoy me encuentro sola en casa, descansando para cuidar a Ana que sigue creciendo sin parar dentro mío, y las ganas de volver a escribir en mi blog me invadieron. Estas ganas coinciden con la llegada de la época de espárragos en Buenos Aires, uno de mis vegetales favoritos. Les rindo homenaje todas las semanas de forma diferente: simplemente sarteneados con manteca y ajo, acompañando pastas o en tarta. Amo los espárragos.

Esta semana hice una tarta de espárragos que salió exquisita y que recibió muchos comentarios cuando posteé su foto en mi cuenta de Instagram. Les comparto mi receta para que no dejen de probarla. 

Ingredientes
1 atado de espárragos
1 diente de ajo picado
1 cebolla pequeña picada
1 rama de apio picada
1 taza de queso parmesano rallado
4 huevos
2 cdas. de queso crema
150gr. de mozzarella cortada en cubitos
25gr. de manteca
Aceite de oliva
Sal y pimienta a gusto

Procedimiento
Lavar los espárragos y cortar las partes más duras de sus troncos para dejar únicamente las partes verdes. En una sartén, calentar la manteca y colocar los espárragos crudos. Cocinar durante 5min. girándolos constantemente hasta que tomen un tono verde intenso manteniendo su consistencia firme. Retirar de la sartén y dejar enfriar. Una vez templados, cortar los espárragos en pequeños trozos reservando 5 de ellos enteros para decorar la tarta. Los espárragos que reservemos para la decoración, los cortaremos de forma longitudinal en mitades obteniendo 10 vistas para decorar.


En otra sartén, calentar el aceite de oliva y saltear la cebolla, el apio y el diente de ajo evitando que se doren demasiado. Agregar los trozos pequeños de espárragos, rehogar durante 1min. más y apagar el fuego. Agregar los huevos, queso crema, mozzarella cortada en cubitos y media taza de queso parmesano rallado, salpimentar y mezclar todo.

Forrar una tartera de 20cm. de diámetro con la masa de tarta y volcar la mezcla en su interior. Disponer las mitades de espárragos en forma circular sobre el relleno y cubrir con el queso parmesano restante.

Cocinar durante 30min. en horno a 220°C. 

Tips BeeMyChef:
Mi papá me enseñó un tip muy útil para saber la altura a la que debemos cortar los troncos de espárragos para evitar las durezas. Con una cuchilla sobre una tabla, dar golpecitos suaves transversales al tronco hasta llegar al punto en que la cuchilla corte el tronco fácilmente. Esa es la altura en la que el espárrago comienza a ser tierno.

Se puede agregar jamón o panceta al relleno. Para esto, deberán incorporarlos en la sartén al mismo tiempo que cocinan la cebolla.

Es conveniente dejar descansar la tarta unos 10min. antes de cortarla para que no se desarme.

domingo, 4 de agosto de 2013

Leikaj: recuerdos de la Baba

   

La Baba y el Yeye fueron mis bisabuelos por parte de mi mamá, de familia judía. Del Yeye recuerdo los domingos en el living de la casa de mi abuela en Castelar, sentado en el sillón leyendo La Prensa. O en la cocina de su casa, llena de adornos de fundición de bronce que él mismo había hecho, jugando al dominó rodeados de aroma a rica comida. Además de los adornos, el jardín de mis bisabuelos estaba lleno de latas con plantas (mucha suculenta) que criaba la Baba.

La Baba era una mujer delgada y elegante. Siempre bien vestida, con su pelo largo gris atado en un rodete. Según cuentan, ella nunca fue a una peluquería. Como el Yeye, la Baba hablaba todo cruzado, una mezcla de yiddish y español, que la hacía muy cómica. Recuerdo sus caldos y sopas, recuerdo las comidas típicas judías que preparaba. Recuerdo su sonrisa... 

Siempre me intrigó mi "lado judío" y ahora que estoy cada vez más metida en el mundo culinario, descubrir la magia de su cocina, es quizás la forma más fácil y natural de entrar en contacto con mi historia. Ayer me desperté pensando en la torta Leikaj, típica torta de miel que, tal como me confirmó mamá por teléfono, era una de las especialidades de la Baba. Se trata de una torta seca y especiada que acompaña muy bien estas tardes de té de invierno. Exploré Internet hasta llegar a armar la receta que más me convenció. Se las comparto.

Ingredientes
Bowl 1:
200g. de miel líquida
60cc de aceite de maíz
50cc de café fuerte o té bien oscuro
1 manzana verde rallada















Bowl 2:
5 huevos
200g. de azúcar rubia















Bowl 3: 
450g. de harina 0000
2 cdtas. de polvo de hornear
1 cdta. de canela
1/4 cdta. de clavo de olor molido















200g. de nueces picadas
100g. de pasas de uva rubias













Procedimiento
Precalentar el horno a 160°C y enmantecar y enharinar un molde de budín inglés.

Mezclar la miel, el aceite de maíz, el café y la manzana rallado con una cuchara de madera. En otro bowl, tamizar la harina con el polvo de hornear y las especias. Reservar.


Batir los huevos y el azúcar rubia hasta lograr una consistencia espumosa y cremosa. Agregar la mezcla de miel al batido e integrar utilizando un batidor de alambre. Sumar la mezcla de harina y especias de a poco, integrando con el batidor de alambre. Una vez que la mezcla esté homogénea, sumar las nueces y las pasas. Integrar.


Colocar la mezcla en el molde de budín inglés y cocinar a 160°C durante 60min. o hasta que, al pinchar con un cuchillo en el centro del budín, el mismo salga limpio.



Tips BeeMyChef
El sabor del Leikaj es muy particular. No es demasiado dulce y es muy especiado. Recién sacado del horno, es super sabroso e intenso. 

Esta mañana comprobé que al calentar una rebanada de Leikaj y calentarla en la tostadora, su sabor se intensifica. También probé untar una rebanada caliente con un dulce casero de arándanos, y la combinación es IRRESISTIBLE.

No dejen de probarla. Yo ya la adopté como mi "primera costumbre judía". :)


sábado, 6 de julio de 2013

Croquetas de arroz



Una de las tantas cosas que mantengo desde que era chiquita, es mi fanatismo por las sorpresas. Me encanta sorprender y que me sorprendan. Creo que una vez que uno pierde la capacidad de asombro, no quedan esperanzas. 

En Argentina se estila hacer una lista de regalos al momento de casarse para que los invitados puedan elegir y regalar lo que los novios necesitan. Es práctico y apunta a ayudar a las personas en la búsqueda del regalo perfecto para los novios. Últimamente, si bien sigue haciéndose la lista, la mayoría de las parejas elige que no se les envíen los regalos sino que se genera un crédito en el negocio que luego se cambia por lo que se necesita. Cuando Lucas y yo nos casamos, una de las cosas que elegimos fue recibir cada uno de los regalos que nos hacían. Así, cada día al volver del trabajo, teníamos muchísimos paquetes para abrir. No hay nada más mágico que abrir un paquete y sorprenderse... cada regalo era entonces puesto en el living de la casa de mis suegros con la ayuda de mi suegra, Lucrecia. Era un homenaje, un agradecimiento a todas las personas que nos acompañaban en ese momento tan mágico e importante en nuestras vidas.

Así, todo. Descubrir lo inesperado oculto en algo siempre genera momentos inolvidables... En la cocina pasa lo mismo, cada bocado que damos a algo nuevo, nos sorprende y nos genera un sinfín de sensaciones. Cuando era chica todo lo que tuviera "un corazón de", era para mí irresistible. Comía rápidamente para descubrir ese corazón y cuando ya sabía qué era, me dedicaba a comer por los costados para dejar lo mejor para el final. La sorpresa.

Este mediodía hice croquetas de arroz con corazón de queso. Son súper fáciles de hacer pero ¡nunca las había hecho! Les dejo la receta que improvisé y logró sorprender a todos en la mesa.


Ingredientes - para 10 croquetas
2 tazas de arroz blanco cocido
1 zanahoria pequeña
1 cebolla de verdeo
1 diente de ajo pequeño
2cdas. de perejil picado
1 huevo
pan rallado
sal y pimienta
10 cubitos de queso cremoso

Procedimiento
Pelar y cortar la zanahoria en pequeños cuadraditos. Cortar la cebolla de verdeo en rodajitas pequeñas y picar el diente de ajo. Cocinar en una sartén con aceite de oliva hasta que las zanahorias estén tiernas. Retirar del fuego y reservar.

En un bowl colocar el arroz, el perejil picado, la mezcla de zanahorias, cebolla de verdeo y ajo, 2 cucharadas de pan rallado, el huevo, sal y pimienta y mezclar con una cuchara de madera hasta unir.

Colocar pan rallado en un plato hondo. Con las manos, hacer bolitas con la mezcla de arroz. En el centro de cada bolita que armemos, colocar un cubito de queso cremoso. Una vez que tengamos una bolita formada, pasar por pan rallado y reservar sobre una bandeja. Repetir hasta formar las 10 croquetas.

Reservar todas las croquetas en la heladera durante 20min. antes de freír. 

Calentar aceite de girasol en una sartén. No hace falta que sea muchísima cantidad, con que cubra hasta la mitad de las croquetas, es suficiente. Cuando el aceite esté bien caliente, colocar las croquetas y dorar en todas sus caras. Retirar del aceite con espumadera y colocar en un plato con papel absorbente antes de servir.

Tips BeeMyChef
Para preparar las croquetas, no hace falta hacer arroz en el momento. Se puede utilizar arroz que haya sobrado del día anterior. De esta manera evitamos desperdiciar comida y ¡la reinventamos!

Es importante enfriar las croquetas en la heladera antes de freírlas, para evitar que se desarmen en la sartén. Un poco de paciencia y las croquetas van a salir riquísimas.

Esta es una manera divertida de asegurarse que los chicos coman cereales, verduras y lácteos. Suma mucho presentarlas con alguna salsita para que mojen cada croqueta al comerlas con las manos. Con ketchup, es suficiente.

domingo, 9 de junio de 2013

Yakimeshi: por fin se me antojó algo distinto

 
No escribo por semanas o publico dos posteos en menos de cuatro días. Sí, la culpa me carcomía el corazón por lo que tuve que dar explicaciones por mi desaparición en mi posteo anterior... pero hoy me desperté pensando en Yakimeshi con camarones. 

Últimamente se me antojaba todo lo que siempre cociné pero el Yakimeshi me planteó un nuevo desafío. Sin levantarme de la cama googleé recetas hasta llegar a tener una idea clara de qué estábamos hablando. Con todo en mi cabeza, le pedí a mi marido que me comprara los ingredientes en el supermercado y rápidamente pudimos disfrutar de una comida diferente. Creo que el Yakimeshi llegó a mi vida para quedarse. Les comparto la receta:


Ingredientes:
1 taza de arroz blanco
200gr. de langostinos limpios y pelados
200gr. de camarones pequeños
2 echalotes
2 dientes de ajo
1 cebolla pequeña
un puñado de ciboulette picado
1 taza de arvejas cocidas
4 huevos
3 cdas. de aceite de girasol
salsa de soja
sal 
pimienta


Procedimiento:
En una cacerola colocar la taza de arroz, un puñado de sal gruesa y cubrir con suficiente agua. Hervir sobre fuego medio hasta que el arroz esté a punto (no blando). Colar y enjuagar con agua fría para cortar el proceso de cocción. Reservar.

Cortar los echalotes y el ajo en rodajas finas. Cortar la cebollar en cuartos y luego en rodajas finas de forma transversal. Reservar

Colocar 2 cucharadas de aceite de girasol en el wok y calentar sobre fuego vivo. Batir los huevos en un bowl y verter en el wok caliente. Cuando la mezcla de huevos comience a cocinarse debajo, romper y mezclar con una espátula. Quitar del wok y reservar. Los huevos deben quedar medio cocidos y bien jugosos.


Colocar el resto del aceite de girasol en el wok, calentar sobre fuego vivo y colocar la cebolla, echalotes y ajo mezclando constantemente. Cocinar por 1 minuto y agregar los camarones y langostinos. Salpimentar. Cocinar 1 minuto más.


Incorporar el arroz, las arvejas y el ciboulette picado. Agregar la salsa de soja a gusto. Ajustar la sal y pimienta. Mezclar con la espátula constantemente. Cocinar 2 minutos y agregar el huevo. Mezclar, cocinar 1 minuto más y servir inmediatamente en bowls individuales.


Tips Bee My Chef:
Los langostinos y los camarones pueden reemplazarse por pechuga de pollo. Para esto, cortar las pechugas en tiras finas y dorar en el wok por separado. No hay que cocinar mucho para evitar que se sequen.

Yo no le agregué, pero queda muy bueno incorporar almendras doradas antes de servir.

La cocina al wok es un cocina rápida que debe comerse en el momento. Por eso, es importante que todos los comensales estén en la mesa al momento de servir. Lo advierto porque en casas con niños, como la mía, ésto suele ser una misión casi imposible.





viernes, 7 de junio de 2013

El hermoso camino del embarazo



Hace muchos días que no escribo en mi blog. No es que haya perdido el amor que le tengo. Tampoco quiere decir que haya abandonado la cocina. 

El silencio se debe principalmente a que sumé a mi condición de madre y trabajadora, el mágico encanto de un nuevo embarazo. Si todo va bien, en diciembre nacerá nuestro tercer hijo... una alegría enorme que me inunda el alma.

Una de las conclusiones a la que llego en este nuevo embarazo es a que no hay antojo que se me resista. Basta con desear comer algo, para que me ponga manos a la obra y lo prepare. Lo curioso es que casi todo lo que se me antoja últimamente son platos que ya he compartido en el blog y a los que vuelvo siempre: estofados, ravioles, carne al horno, empanadas, pizza, y mis típicos budines y muffins. ¡Así no tengo nada nuevo para compartir en BeeMyChef!

Una fiel compañera en estos días es la mortadela con pistachos. Sí, la encuentro irresistible... Visito siempre la misma fiambrería alemana que está cerca de mi trabajo y como rollos de mortadela mientras manejo camino a casa por las tardes. ¡Impresentable!

La semana que viene estaré viajando a Francia y prometo compartir con ustedes todos los manjares con los que me encuentre en el viaje. Estaré publicando las fotos de todo a través de mi cuenta en Instagram: paudecaro.

¡Nos vemos desde Francia, entonces!

miércoles, 10 de abril de 2013

Omelette de jamón, muzzarella y ciboulette


El consumo de huevos en casa sale de los estándares normales de cualquier hogar, creo. Es que para mí el huevo es un ingrediente clave que completa cualquier comida. Cuando siento que algo no me va a dar la felicidad que necesito, le sumo huevo y ¡soy feliz! 

Los omelettes son definitivamente una opción con una alta dosis de felicidad instantánea. De esa felicidad que no se hace esperar mucho y que logra dibujarnos una sonrisa amplia desde el primer bocado. Por eso puede ser un antídoto anti-domingo infalible. Este domingo que pasó, preparé omelettes de jamón cocido natural, muzzarella, queso parmesano y ciboulette directo de mi huerta. Compartí las imágenes por Instagram (desde que tengo un teléfono decente, Instagram es una adicción) y al hacerlo, varios amigos me pidieron la receta. ¡Ahí va!

Ingredientes para 1 omelette:
2 huevos
1 cucharada de queso parmesano rallado
1 rodaja de jamón cocido natural
1/2 taza de muzzarella cortada en daditos
ciboulette picado
sal
pimienta 
aceite de girasol


Procedimiento:
En un bowl batir los huevos junto con el queso parmesano, ciboulette, sal y pimienta.

Colocar aceite en una sartén plana de 15cm de diámetro y calentar sobre fuego fuerte. Para saber cuando está lo suficientemente caliente, verter unas gotitas de la mezcla de huevo, si se inflan rápidamente está listo para verter el resto de la mezcla.

Cubrir toda la superficie de la sartén con la mezcla de huevo. Esparcir los daditos de muzzarella en el centro de la superficie a lo largo del diámetro de la sartén. Cubrir con la rodaja de jamón. 

Bajar el fuego a nivel medio y cocinar hasta que esté levemente dorado por debajo. Con la ayuda de dos espátulas de teflón, plegar un lado hacia el centro y luego el lado opuesto armando una forma rectangular. Luego darlo vuelta para que selle sobre la sartén. Retirar y servir.

Tips BeeMyChef:
No dejen que la mezcla de huevo coagule totalmente para evitar que quede seco.

El omelette puede rellenarse con lo que se les ocurra: hongo, espárragos, espinacas, tomates, ajíes.

martes, 12 de marzo de 2013

Salsa de tomate corre por mis venas


Debe ser por influencia de mis ascendientes italianos que en casa consumimos decenas de latas de tomate, litros de aceite de oliva extra virgen, y kilos de queso parmesano. Seguramente sea por eso. Sí, no cabe la menor duda.

Pero la fanática de la pizza resultó ser mi mamá judía de raíces rumanas. En su búsqueda de la pizza perfecta, llegó a la conclusión que el secreto de la buena pizza (o por lo menos de la pizza que a ella le gusta) está en la salsa. Investigó, experimentó, probó y finalmente logró la salsa que buscaba. Me pasó la receta y la adopté para siempre, no solamente para pizzas, para pasta también. Muy simple y con un sabor y aroma espectaculares.

Ingredientes (para 6 pizzas o 500gr de pasta)

2 latas de tomates perita al natural (480gr.)
1 diente de ajo
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
1 cdta. de azúcar

Procedimiento

Cortar los tomates en trocitos pequeños y colocarlos junto con el líquido de la lata en una olla pequeña.
Agregar el ajo rallado fino junto con los demás ingredientes. Todo en crudo. Mezclar.


Colocar la olla sobre fuego bajo y dejar que se cocine lentamente durante 90min revolviendo de vez en cuando con una cuchara de madera. La salsa se reducirá y su color se tornará más intenso. Listo. 


Tips Bee My Chef

La olla que utilicen debe tener doble fondo para evitar que se queme la salsa. Yo utilizo una ollita Essen que funciona de maravillas.

Si tienen pasador de verduras, pueden pasar los tomates en crudo para quitar las semillitas antes de cocinar en la olla. Si no lo tienen y no quieren que queden trozos de tomates enteros, pueden pisarlos con un pisa puré una vez cocida la salsa.

Es muy simple la receta, pero las recetas simples suelen ser esas que adoptamos para siempre, ¿no?


lunes, 11 de febrero de 2013

Lemon pie de campo


Vine al campo con la balanza, la batidora y la espátula de goma, lista para descansar 10 días con mi familia y cocinar cosas ricas. ¡Nada me hizo suponer que no iba a contar con un palo de amasar! Habrase visto una cocina de campo sin palo de amasar... ¡impensado!

Descubrí tan imprevisible ausencia el segundo día de campo, cuando me dispuse a hacer una tarta de choclo para lo que amasé una masa casera con manteca. Claramente amasar con una botella de vino no fue lo ideal y terminé estirándola con los dedos en el molde. La tarta salió exquisita pero yo no estaba feliz con el grosor de la masa. A mí me gusta la masa finita.

El campo es ideal para encarar ese tipo de misiones para las que en casa mi marido se resistiría, por lo que al proponerle que fabricara un palo de amasar aceptó rápidamente. Junto con mi forzudo cuñado, trabajaron horas hasta que lograron un palo de amasar perfecto fabricado con un caño de agua al que lijaron hasta quitarle toda la pintura exterior. Previo lavarlo meticulosamente, lo estrené.


La primera producción fueron dos tartas nuevas: una de acelgas de la huerta de un campo aledaño, otra de jamón, queso y ciboulette. De ellas no quedaron rastros, ni registro alguno.

La segunda producción fue un lemon pie que llevamos a la casa de unos amigos cordobeses que hornearon pizzas caseras en un horno de barro increíble.


Como no tenía los ingredientes para hacer el lemon pie que preparo siempre, improvisé con una lata de leche condensada que había traído de Buenos Aires para hacer algún flan. Por suerte salió riquísimo y todos los comensales quedaron muy contentos. Les comparto esta versión campestre:


Ingredientes

Masa:
250g. harina
100g. manteca
100g. azúcar
2 yema
2 cda. polvo Royal
4 cdas. leche
Ralladura de 1 limón

Relleno:
397gr. de leche condensada (1 lata)
125ml. de jugo de limón
3 yemas

Merengue:

4 claras
¼ tza. de azúcar
1 tza. de azúcar
½ tza. de agua
1 cda. de azúcar impalpable


Procedimiento

Masa:
Unir todos los ingredientes hasta obtener una masa suave y homogénea. Reservar envuelta en un film en la heladera por 30min.

Estirar la masa y cubrir con ella el fondo de una tartera desmontable de 25cm. de diámetro, enmantecada y enharinada. Pinchar el fondo y cocinar durante 10 minutos en horno medio (180°C). Reservar.

Relleno:
En un bowl, mezclar la leche condensada con el jugo de limón y las yemas de huevo.

Verter la mezcla en la tarta previamente cocida y llevar nuevamente al horno (180°C) durante 10 minutos más. Reservar.

Merengue:

En un bowl poner las 4 claras y ¼ tza. de azúcar. Reservar sin batir.

En una olla chica pero con boca amplia incluir 1 tza. de azúcar y el agua. Llevar a punto de ebullición sin revolver JAMÁS.

Una vez que hierve y se funde el azúcar, se comienzan a batir las claras a nieve.

El almíbar continuará elevando su temperatura una vez que pasa el punto de ebullición. En ese momento, mientras se continúan batiendo las claras, comienza el trabajo paciente del punto bolita. Para detectarlo se debe introducir las puntas de un tenedor en el almíbar y luego dejar gotear el mismo sobre el mármol o una superficie fría. El punto exacto estará cuando las gotitas de almíbar formen bolitas que no se deformen ni aplasten al tocar el mármol.

Una vez alcanzado el punto bolita, se debe introducir el almíbar en las claras batidas a nieve. Incorporarlo en forma de hilo cerca de las paletas para que el calor se distribuya de forma pareja. Se debe continuar batiendo hasta que el merengue esté a temperatura ambiente.

Al batido final, incorporar 1 cda. de azúcar impalpable para mantener el merengue más firme y protegerlo de la humedad ambiente.

Armado:
Cubrir la tarta con el merengue y llevar a la heladera hasta servir.



jueves, 31 de enero de 2013

Rabas



Tan fácil como tubos de calamar pelados y cortados en anillos + harina y sal, fritos. Suena facilísimo pero la realidad es que casi nunca encuentro un restaurante donde preparen bien las rabas. En la mayoría insisten en pasarlas por huevo o ponerles bicarbonato... Insisto es tan fácil como combinar ¡4 ingredientes!

Esta noche se me antojaron, por lo que fui al supermercado en el auto, compré los tubos de calamar limpios congelados y en unos pocos minutos estábamos comiendo unas ricas rabas rociadas con limón. ¡Una comida con gustito a vacaciones!

Ingredientes (para 4 personas):
500gr. de tubos de calamar limpios
300gr. de harina
Aceite de girasol
Sal
1 limón

Preparación:
Calentar el aceite en una sartén.

Cortar los tubos de calamar en anillos de 0,5cm de ancho. Secar con papel de cocina.

En una bolsa de plástico colocar la harina. Incorporar un puñado de anillos de calamar a la bolsa y, cerrándola con la mano, agitar la harina y los anillos. Abrir la bolsa y retirar cada anillo, sacudiendo el exceso de harina, e introducirlos en el aceite caliente.


Freír hasta que los anillos estén levemente dorados. Retirar de la sartén con una espumadera y reservar en una fuente con papel de cocina. Salar.

Repetir hasta terminar de freír todos los anillos.

Servir con rodajas de limón.

Tips BeeMyChef:
Las rabas son un clásico del verano en Argentina y suelen acompañarse con una cervecita bien helada.

No hace falta someter el calamar a ningún método extraño para ablandarlos. Estas rabas salen tiernas y sabrosas.

No hace falta utilizar mucho aceite. Con 1,5cm de profundidad está más que bien. El aceite utilizado debe descartarse.

sábado, 26 de enero de 2013

Budín de chocolate y arándanos


"Es época de arándanos", me dijo el verdulero ofreciéndome una caja de medio kilo de estas tentadoras frutitas a un precio de ofertón. No lo dude un minuto y me hice del botín inmediatamente.

Escuché por ahí que los arándanos tienen muchísimas propiedades que los hacen súper saludables. Ahora, no sé si combinados con chocolate y manteca, no estaría neutralizando sus cualidades… pero bueno, “de algo hay que morir” dicen por ahí.

Entonces una tarde de verano, con más de 30°C de térmica, me puse a hornear este budín húmedo de chocolate con arándanos. Tomé como base una receta de mi amigo chef, Tato, y le sumé mi toque personal. Quedó irresistible.


Ingredientes
115gr. de queso crema
3 huevos
1 ½ taza de azúcar
115gr. de manteca
1 pizca de sal
1 ¼ taza de harina 0000
1 cdta. polvo de hornear
1 cdta. de esencia de vainilla
1/3 taza de cacao
1 taza de arándanos frescos

Procedimiento
Precalentar el horno a 160°C. Enmantecar y enharinar un molde de budín inglés.

Tamizar la harina, el polvo de hornear, la sal y el cacao.

En un bowl, batir la manteca a punto pomada y el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa. Incorporar los huevos de a uno y mezclar.

Incorporar el queso crema, la esencia de vainilla y los ingredientes secos previamente tamizados. Mezclar con cuchara de madera hasta obtener una mezcla levemente grumosa (no hay que mezclar muchísimo).


Agregar los arándanos e integrar con movimientos envolventes sin mezclar demasiado.

Volcar la mezcla en el molde y cocinar durante 1 hora o hasta que al pincharlo con un cuchillo, el filo salga limpio.

Tips BeeMyChef
A este budín se le pueden sumar chips de chocolate en lugar de arándanos para lograr un budín de chocolate para el infarto. Literal.

Si se sirve tibio, puede acompañarse con una bocha de helado de crema americana para lograr un postre pecaminoso.

Los arándanos pueden conservarse en el freezer para ser utilizados a medida que son necesarios. Quedan congelados como bolitas separadas por lo que es fácil manipularlos.