¿Cómo hago para tener una heladera y alacena que me permitan imaginar, inventar e improvisar manjares en cualquier momento? Qué comprar cada vez que vamos al supermercado para evitar tener que ir a cada rato y asegurarnos una provisión de ingredientes variada, es una tarea complicada pero que puede sistematizarse identificando algunos “básicos e infaltables”.
Personalmente ODIO ir al supermercado, mejor dicho, ODIO ir a los mega hipermercados porque pierdo muchísimo tiempo recorriendo sus eternos pasillos buscando cosas tan triviales como la sal para luego darme cuenta que tengo que volver al inicio del recorrido laberíntico para buscar el azúcar, retomando una vez más a través del patio de frutas y verduras que en general es caótico. En resumen, termino reventada, saturada, agotada y, generalmente, de muy mal humor.
Prefiero pagar una poco más e ir a los supermercados chiquitos donde hago las compras de memoria y en poco tiempo, y combinarlos con los negocios especializados, léase, verdulerías, carnicerías y pescaderías de barrio, para los alimentos frescos. Negocio de barrio mata supermercado SIEMPRE. El verdulero, carnicero o pescadero de alma, siempre nos va a asesorar bien y a confesarnos sus más profundos conocimientos una vez que le mostramos fidelidad con reiteradas apariciones en su local. Ahí está la clave para acceder a los mejores ingredientes frescos, y el principal secreto para cocinar platos ricos, nutritivos, sabrosos y con mucho amor.
¿Cuáles son mis básicos e infaltables?
Arroz: en casa consumimos cantidades importantes, casi chinezcas, de arroz. siempre compro arroz común sin parbolizar para comer hervido, en ensaladas, y guisos. También está bueno tener una caja de arroz carnaroli para risottos y tasmín para ensaladas o salteados orientales.
Pastas: una variedad de fideos cortos y también spaghettis. La pasta seca tiene que ser de buena marca, no ahorren en este punto. Otro clave en mi alacena: las placas de lasagna.
Cous-cous: este ingrediente se sumó hace muy poquito y ha ganado seguidores. Es super fácil de preparar y sirve para acompañar carnes de todo tipo.
Lácteos: infaltables en mi heladera son la crema, manteca, y leche.
Quesos: siempre tengo queso reggianito, sardo, un buen queso mantecoso, muzzarella fior di latte y un brie (para el alma).
Jamón: el jamón cocido completa muchos platos. Compro el jamón cocido natural cortado en fiambrería. MUERTE AL JAMON ENVASADO AL VACIO, siempre viene mojado y pegoteado… no es lo mismo.
Huevos: necesarios para casi todo. Te salvan con un simple omelette siempre. Sirven como protagonistas o estrellas de reparto. Prefiero comprar el maple de huevos de campo: son más frescos y grandes que los del super y encima cuestan menos!
Verduras: tengo una selección que nunca puede faltar y que sirven de base para casi cualquier comida que preparemos.
Tomates, zanahorias, cebollas, cebollas de verdeo, ajo, echalotes, morrón rojo, champignones, papas, zapallo, perejil.
Frutas: las básicas a tener siempre son naranjas, limones, manzanas rojas y verdes, bananas.
Especias: la buena comida se basa en el arte de condimentar bien y para lograrlo, las especias son fieles aliadas. Existen ciertas especias básicas que HAY que tener: pimienta negra (en molinillo para moler en el momento), orégano, romero, ciboulette, albahaca, nuez moscada, eneldo (o dill), curry, cilantro, ajo en escamas. La albahaca y el ciboulette son ideales para tenerlos en una maceta y cortar frescos en el momento que los vamos a usar. Está bueno tener una bolsita de hongos secos a mano también.
Condimentos y salsas: la salsa de soja no puede faltar, sirve para comidas al wok pero también para condimentar carnes al horno y dar un toque especial a salsas.
Las mostazas son buenísimas para cocinar: la típica de panchos sirve pero está bueno tener alguna de Dijon.
Un clásico también es el extracto doble de tomates, hace que los tucos sean más intensos y puede utilizarse sólo para condimentar carnes o completar salsas sin la necesidad de abrir una lata de tomates.
Los cubitos de caldo: hay que tener de verduras, de carne y de gallina.
Latas y conservas: las latas de tomate perita pelados salen como pan caliente en casa… puede ser por mis antepasados tanos pero la realidad es que necesito mi dosis semanal de salsa de tomate para poder seguir funcionando. En lata también está bueno tener atún en aceite y en agua (no compren el desmenuzado, tiene que ser entero). En conserva: tomates secos en aceite de oliva, alcaparras, y anchoas.
Alcohol: que nunca falte el alcohol, siempre una botella de vino blanco sauvignon blanc para cocinar, una buena selección de malbec, una botella de whisky y algún cognac.
Aceites y vinagres: aceite de oliva extra virgen (amo el aceite de oliva para todo: ensaldas, salteados, salsas, etc.), aceite de girasol, algún aceite en aerosol, aceto balsámico, vinagre de manzana y vinagre de alcohol.
Otros necesarios: harina 000, harina 0000 y harina leudante, harina de garbanzo para prepara fainá, harina premezcla para pizzas, pan rallado (compren el rallado en panadería no tiene nada que ver con los de marca), maizena (comprás un paquete y dura una eternidad, sirve para salsas, tortas, rellenos).
En el freezer: está bueno tener el freezer equipado con cortes de carne tipo colita de cuadril, bondiola de cerdo, carré de cerdo, ojo de bife, peceto. Tampoco pueden faltar milanesas de carne y pollo para casos de emergencia, y prepizzas.
Congelados: sólo compro choclo, espinaca y arvejas congeladas. Son super prácticas para incorporar a saltados, revueltos, budines y tartas.
Hay miles de ingredientes que se pueden comprar para tener siempre a mano. Cada uno tiene que armar su pequeño “bazar culinario” en casa para poder disfrutar y divertirse creando y probando, de eso se trata.