Acá estoy sentada en mi habitación, en pijama, un jueves a las 8:30am escribiendo en mi blog mientras disfruto de un nuevo día gris de invierno. ¡Qué afortunada me siento! Entrar en estado de consciencia en estos pequeños momentos y disfrutarlos agradecida, son el tesoro más preciado que tengo. Todo lo demás va y viene.
Por eso comencé a escribir este blog en su momento, hace ya casi 7 años: para documentar todos los momentos especiales que me regala la vida y compartir la magia de la cocina con todas aquellas personas que sienten lo mismo. Porque la cocina nos une, la cocina transmite amor, la cocina genera recuerdos imborrables en todos nuestros sentidos.
Últimamente, gracias a que nos mudamos más cerca de nuestros afectos y rutinas, me encuentro con más tiempo para compartir con mi familia y más tiempo para cocinar y regalarles comidas con amor diariamente. Eso me encanta.
Les dejo una receta simple que seguramente le encantará a los más chiquitos:
Ingredientes - (para 4 personas)
1 cebolla mediana picada
1 diente de ajo picado
2 atados de espinaca fresca
una pechuga de pollo cocida y cortada en pequeños trozos
25gr. de manteca blanda
1/2 litro de leche tibia
1cda. de harina 0000
100gr de champignones fileteados
100gr. de queso parmesano rallado
500gr de fideos tirabuzón (pasta corta)
sal
pimienta
nuez moscada
Procedimiento
Hervir la pasta al dente (en general el tiempo indicado en el paquete corresponde con este punto de cocción). Colar y reservar.
En una olla, saltear la cebolla y el diente de ajo picados hasta que la cebolla esté transparente. Incorporar las hojas de espinaca cruda previamente lavada. Cocinar sobre fuego fuerte revolviendo constantemente hasta que las hojas de la espinaca se hayan reducido. Apagar el fuego y colocar la mezcla en un colador para eliminar el agua.
En la misma olla agregar aceite de oliva y saltear los champignones fileteados. Reservar a parte.
En una olla pequeña, colocar la manteca blanda y derretirla. Retirar del fuego. Incorporar la harina y revolver con cuchara de madera hasta obtener una pasta amarillenta lisa. Sumar la leche tibia a la mezcla y colocar sobre fuego medio revolviendo con la cuchara de madera constantemente en forma de 8. Revolver hasta que la salsa blanca tome cuerpo sin ser muy espesa. Condimentar con sal y nuez moscada. Reservar.
Volver a colocar la mezcla de espinaca, cebolla y ajo en la olla. Sumar la pechuga trozada y revolver. Salpimentar. Agregar la salsa blanca y revolver.
Incorporar el queso parmesano rallado revolver nuevamente y por último, sumar los champignones. Revolver levemente.
Por último, sumar los fideos a la olla, revolver rápidamente y servir. Nadie va a poder resistirse a la textura cremosa y el sabor de las espinacas potenciado con el pollo, champignones y queso parmesano. Es una fórmula infalible.
Tips BeeMyChef
Recordar que los champignones no deben lavarse con agua ya que son como esponjas. Si tienen un poco de tierra, hay que limpiarlo con un repasador limpio.
Se puede reemplazar el pollo o agregarle por jamón o panceta ahumada previamente salteada en aceite para que quede crocante.