Si hay un corte de cerdo que me fascina es la bondiola. Con su carne dividida por finas capas de grasa, es sabrosísima, suave y jugosa.
Con los primeros rayos cálidos del sol primaveral, aparecían las irresistibles invitaciones de mi amigo Sergio para peregrinar a la costanera sur en busca del carrito parrillero, justo atrás del Hotel Hilton, donde un experto asador servía los mejores sándwiches de bondiola de Buenos Aires. Imposible negarse. Así partíamos, como fieles devotos, junto con Chiarola, el Topo, Ramón y Silvana compartiendo taxi de ida para llegar más rápido.
El desafío una vez que nos enfrentábamos al sándwich era siempre el mismo: comerlo evitando que sus jugos mancharan nuestra ropa de oficinistas mientras hacíamos equilibrio sentados en la vereda. Con la panza llena, nos arrastrábamos de vuelta a la oficina, entre chistes y risas tratando de agilizar el paso a medida que nos acercábamos y las agujas amenazantes del reloj nos señalaban las 2 de la tarde.
Esta noche probé una nueva forma de cocinar bondiola en una olla de fundición que me regaló mi mamá y salió exquisita. Para acompañarla: mandioca frita que preparó Ani con todo su bagaje de tradición paraguaya. El resultado: una combinación intercultural perfecta.
Ingredientes (para 4 comensales):
1kg. de bondiola de cerdo en un trozo
3 ramas de romero fresco
1 taza de vino blanco
1 taza de caldo de verduras
Sal y pimienta
500gr de mandioca (o yuca, como la llaman en Perú)
Procedimiento:
Precalentar el horno a 220°C.
Salpimentar la bondiola de cerdo y, en una olla de fundición, dorarlo por todas sus caras con una cucharada de aceite de de girasol.
Una vez dorado, incorporar el vino blanco y llevarlo a punto de ebullición para evaporar el exceso de alcohol. Agregar la taza de caldo de verduras y las ramitas de romero. Tapar la olla y llevarla al horno precalentado durante 90min, rotándola cada 30min.
La bondiola quedará súper tierna sobre un fondo de cocción espeso y exquisitamente aromatizado.
Para la mandioca frita: pelar las mandiocas y cortarlas en mitades. Hervir en agua con sal hasta que, al pincharlas estén blandas. Retirar del agua y cortarlas en bastones. Freír los bastones de mandioca en aceite de girasol hasta que estén dorados.
Tips Bee My Chef:
Como el consumo de mandioca no es tan habitual en Buenos Aires, se puede servir la bondiola con batatas fritas que también acompañan muy bien el cerdo.