Todo lo “soufflé” es definitivamente tentador. Será porque es tan liviano, por su textura aireada, porque se asemeja al algodón, porque nos transmite calidez.
Yo lo ato directamente a una sensación de bienestar total, como quien flota en las nubes, sin peso, desafiando la ley de gravedad… y me encanta. Esta textura me transmite libertad.
El “soufflé” puede transformar cualquier plato o ingrediente en una exquisitez, en algo que nos guste tanto como una milanesa con papas fritas, puede tornarse en “adictivo”, puede lograr que toda mi familia diga “¿puedo comer otro zapallito?” Sí, increíblemente ¡no quedó ni uno!
Ingredientes:
6 zapallitos
1 cebolla
1 diente de ajo
1 cda de queso crema
3 cdas de queso parmesano rallado
2 yemas
2 claras
Sal
Pimienta
Pimienta
1 cda de perejil picado
Preparación:
Hervir los zapallitos enteros en agua y sal hasta que su color se torne verde intenso y estén tiernos (pero no súper blandos, ¡ojo!).
Retirar los zapallitos del agua, dejarlos enfriar. Cortarlos a la mitad y con una cuchara, vaciar cada mitad con mucho cuidado para que no se rompan. El interior de los zapallitos se reserva en un bowl ya que será parte de su relleno. Disponer las mitades sobre una asadera aceitada.
Precalentar el horno a 200°C.
En una sartén saltear en aceite de oliva la cebolla y el ajo picados hasta que la cebolla esté transparente. Agregar los interiores de los zapallitos a la sartén y rehogar unos minutos más. Apagar el fuego e incorporar las dos yemas, el queso crema, queso parmesano rallado, perejil picado y salpimentar. Procesar la mezcla hasta lograr una consistencia cremosa.
A parte batir las dos claras a punto nieve con una pizca de sal. Incorporar las claras a la mezcla procesada con movimientos envolventes utilizando un batidor de alambre.
Rellenar cada mitad de zapallito con una cucharada de la mezcla espumosa.
Cocinar en el horno a 200°C durante 15min o hasta que el relleno se haya elevado y su superficie esté tostada. Un verdadero manjar.
Tips Bee My Chef:
Estos zapallitos acompañan muy bien cualquier carne que hagamos al horno. También puede servirse simplemente con arroz.
Son súper ricos fríos (también dicen que sobre gustos no hay nada escrito, ¿no?).