Thomas es “Coucou” (léase “Cucu”
pero en fonética francesa) desde que lo conozco, hace 27 años. Es mi primo, aunque
lo siento como un hermano ya que compartimos toda la vida cerca. Si tengo que
pensar en él y describirlo, lo primero que me viene a la cabeza es que es un
gran tipo: cercano, cariñoso, genuino, cálido, honesto y alegre. A pesar de las
vicisitudes de la vida, Coucou siempre muestra una sonrisa que ilumina su cara
franca de ojos de cielo.
Nos separan 9 años pero con el
correr del tiempo esa brecha se va acortando: él está cada día más viejo y yo
más joven, por supuesto. Mis hijos lo adoran y cada vez que lo ven es
fascinación pura: Coucou juega, los revolea, se ríe con ellos y los envuelve en
cuentos que logran hipnotizarlos.
El fin de semana pasado nos
invitó a conocer la casa que comparte con Belu, su fiel compañera de hace años,
para cumplir una promesa que les hizo a mis hijos: jugar al GTA en la Play
(cabe aclarar que el GTA no es santo de mi devoción pero me tomaron con la
guardia baja). Yo estaba emocionada, no porque le haya cambiado los pañales
(eso lo hacía mi hermana) sino porque me llenaba el corazón verlo tan feliz,
enamorado, en su propia casa y con un futuro increíble por delante. Estoy
segura que a Coucou le pasaba algo similar y lo transmitió a través de la
cocina: con mucho amor y dedicación nos preparó fajitas de pollo que estaban
espectaculares. El encuentro se prolongó hasta bien entrada la tarde entre manjares,
charla, risas, juegos, cánticos, y tiros (maldito GTA): un éxito total que mis
hijos esperan repetir pronto.
Seguí pensando en Coucou y Belu
los días siguientes y ayer les rendí homenaje: cociné unas fajitas de pollo y
cerdo pero con tortillas caseras. ¡A su salud!
Ingredientes - para preparar 12
fajitas
Masa de tortillas
250g de harina 000
5g de bicarbonato de sodio
3g de sal
15g de manteca
175ml de agua
Relleno
250g de pechugas de pollo
cortadas en tiras
250g de carré de cerdo cortado en
tiras
½ morrón rojo mediano
1 tomate perita
1 cebolla
1 choclo amarillo cocido y
desgranado
Ciboullete
Aceite de girasol
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Queso crema
Arroz blanco hervido
Procedimiento
Tortillas
En un bowl mezclar la harina con
la sal y el bicarbonato. Agregar la manteca y mezclar con los dedos
deshaciéndola hasta obtener una mezcla pareja y arenosa.
Incorporar de a poco el agua y
amasar hasta integrar todos los ingredientes. La masa quedará con una
consistencia pegajosa. Pasar a la mesada enharinada y continuar el amasado
hasta obtener una masa lisa.
Dividir la masa en 12 bolitas de
igual tamaño. Con un palo de amasar sobre la mesada enharinada, estirar cada
bolita para formar los discos de tortilla.
Calentar una sartén y cocinar cada
disco de ambos lados. Se deben cocinar hasta obtener un leve dorado de cada
lado. Reservar en un plato donde se irán apilando los demás discos. Cubrir con
un trapo hasta servir.
Relleno
En un wok colocar aceite de
girasol y calentar. Saltar los trozos de carne de cerdo y pollo hasta
sellarlos. Quitar del wok y resevar.
Agregar en el mismo wok aceite de
oliva y calentar. Saltar las verduras y luego incorporar los trozos de carne.
Salpimentar y cocinar removiendo durante 5min más. Apagar el fuego, espolvorear
el ciboullete picado y rociar con aceite de oliva.
Para servir
Colocar el relleno en una fuente
para que cada uno pueda armarse su fajita a gusto. Colocar acompañando un bowl
de arroz hervido, otro con queso crema.
Calentar las tortillas envueltas
en un repasador de tela durante 1min. en el microondas en potencia media.
En la receta original de las
tortillas, se preparan con grasa de cerdo en lugar de manteca. No es fácil de
conseguir en los supermercados de Buenos Aires por lo que yo la reemplacé y
quedó perfecto.
Se pueden rellenar las fajitas
con salteados de verduras o con carne vacuna, jamón o pavo. También es típico
sumar guacamole como opción para completar el relleno. ¡Ideales para salvar
cualquier ingrediente que tengamos en la heladera!
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